El manejo de episodios de estrés, un buen sistema inmunológico y una alimentación adecuada son aspectos fundamentales para conseguir alcanzar un adecuado estado de bienestar y salud.
Accede al vídeo y conoce la importancia de la alimentación y otros factores para conseguirlo.
Moderador:
Dr. José Manuel Moreno Villares. Clínica Universitaria de Navarra, Madrid.
Ponentes:
Dr. Mario Alonso Puig. Cirujano, conferenciante y escritor.
Dr. Roi Piñeiro Pérez. Hospital universitario general de Villalba.
Dr. José Manuel Moreno Villares. Clínica Universidad de Navarra, Madrid.
A lo largo del vídeo trataremos de dar respuesta a preguntas relevantes como posibles pautas para potenciar capacidades propias en momentos de cambios e incertidumbres, así como signos de alarma de una posible inmunodeficiencia en niños. Además, se hablará de la evolución de las fórmulas de las leches infantiles para acercarse cada día más a la leche materna.
Existe una enorme dificultad para notar cambios a nuestro alrededor cuando suceden de forma progresiva. Actualmente, todas las personas están acostumbradas a episodios continuos de estrés, que han ido incrementándose a lo largo de los años y producen estados de agotamiento en los individuos. Existen varias estrategias para enfrentarnos a estas situaciones basadas en cuerpo, mente y alma. Una buena postura, una dieta mediterránea y ejercicio físico, así como equilibrio en los ritmos circadianos y ultradianos pueden ayudarnos a conseguir esta sensación de bienestar. Además, es imprescindible aquietar la mente a través de técnicas como el mindfulness.
El sistema inmune es otro componente esencial del estado de bienestar de las personas. Este engloba la defensa frente a agresiones externas e internas a través de la respuesta inmunológica innata y adquirida.
El sistema inmune difiere considerablemente entre niños y adultos, ya que en las edades infantiles se trata de un sistema inmunológico joven cuya respuesta innata es mejor que en los adultos, sin embargo, la respuesta inmune adquirida es más lenta, los anticuerpos son menos específicos, y los linfocitos T, al ser naïve, hacen que su respuesta frente a estas agresiones sea más lenta, pero hábil de aprender.
A lo largo del tiempo se han ido desarrollando numerosas fórmulas de leches infantiles con el objetivo de aproximarse cada vez más a la leche materna con el objetivo de proporcionar los mismos beneficios, ayudar al sistema inmunológico de los niños y por lo tanto, llegar al estado adecuado de bienestar o salud. Se han llevado a cabo algunas estrategias para conseguirlo como disminuir la carga proteica al estar directamente asociada un mayor riesgo de obesidad futura, incorporar la membrana del glóbulo graso lácteo ya que supone un beneficio en el sistema inmune, en el desarrollo cerebral y cognitivo, y tiene un efecto en el metabolismo y microbiota. Por último, es necesario el desarrollo de la microbiota intestinal del lactante que se consigue a través de macronutrientes, probióticos, incorporación de prebióticos, y uso de oligosacáridos de la leche materna.
Para conseguir este objetivo es necesaria una mayor investigación y estudios clínicos. Una vez garantizada su seguridad y eficacia nutricional, los avances irán encaminados a repercusiones sobre la microbiota, y efectos sobre la salud a corto y largo plazo.