Los trastornos psiquiátricos se caracterizan por tener una elevada prevalencia en la infancia y la adolescencia, afectando al 10-20 % de la población.
Aproximadamente el 50-70% de las enfermedades psiquiátricas en la edad adulta comienzan en la infancia y adolescencia. Los síntomas psiquiátricos pertenecen al cuadro clínico de las enfermedades pediátricas, por lo que forman parte de la consulta diaria del pediatra. El motivo de consulta más frecuente son los trastornos de comportamiento, trastornos de ansiedad y cuadros depresivos.
El diagnóstico adecuado de los trastornos psiquiátricos se considera uno de los mayores retos que el médico debe afrontar, debido a su prevalencia y las consecuencias que supone a largo plazo cuando no se diagnostican correctamente o tardan en diagnosticarse. Por ello es de gran importancia la formación del pediatra en este campo y la colaboración entre el pediatra y el psiquiatra infantil.
El autismo, los trastornos de aprendizaje, el trastorno por déficit de atención y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), los trastornos de la alimentación y la depresión son cinco trastornos psiquiátricos que afectan en edades pediátricas:
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por el déficit en la comunicación e interacción social, las actividades e intereses restringidos, y las conductas repetitivas.
Los trastornos del aprendizaje son trastornos que se manifiestan pronto y se caracterizan por problemas perceptivos, de coordinación visomotora y de procesado de la información, afectando al rendimiento y adaptación académica del niño.
El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo con un elevado componente genético y factores de riesgo ambiental. Se caracteriza por un cuadro clínico de inquietud, déficit de atención e hiperactividad, que afecta a todas las áreas de la vida del niño.
Los trastornos de la conducta alimentaria son trastornos típicos de la adolescencia y la juventud, pero puede haber síntomas clínicos y señales de alarma desde la infancia. Se caracterizan por restricciones en la dieta, vómitos y atracones, con serias consecuencias médicas y psicológicas.
La depresión forma parte de los trastornos del estado de ánimo. Los síntomas son la tristeza, anhedonia, irritabilidad, incapacidad para disfrutar y sensación de aburrimiento.